El libro que os presento hoy en Directo al Paladar puedo afirmar que para mí es uno de los más especiales que os he mostrado, y es que en esta obra se reúnen tres de mis aficiones, la buena cocina, la fotografía y una atracción por la arquitectura indiana que comenzó desde pequeña cuando pasé la mayoría de mis veranos infantiles en una casa de estas características. Así que con estos tres ingredientes no puedo nada más que empezar diciendo que “A la mesa del indiano” me parece un libro encantador y delicioso.
Normalmente en Directo al Paladar cuando os hablamos de un libro de recetas solemos desgranar capítulo por capítulo todas las especialidades que se tratan, dividiéndolas en las clásicas secciones gastronómicas, pero en este caso no va a ser así, este es un libro con una historia personal detrás que me gustaría que conocierais para así entender su esencia y el porqué de su edición.
Para poneros en materia nada mejor que conocer primero quiénes eran los indianos, se denominaba coloquialmente como indiano a todo aquel emigrante que a finales del siglo XIX y principios del XX había hecho fortuna en distintos países de América volviendo rico a su lugar de origen, principalmente el Norte de España, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco pero también las islas Canarias. Al llegar, y para hacer uso de sus posibles, construían casas ostentosas con una arquitectura muy particular y sobre todo que les recordaba a la tierra donde habían hecho su fortuna.
Con estos precedentes no es raro la existencia de cientos de vivencias de todas esas gentes, como es el caso de Isabel de la Fuente, la Tía Isabel, una asturiana que en 1909 llegó a México con su marido a probar fortuna, dejando a su familia y sus raíces en su LLanes natal.
Una vez allí y fruto de su soledad y morriña, volcó todo su tiempo en su amor por la cocina, escribiendo poco a poco dos cuadernillos con noventa recetas donde mezclaba un compendio de cocina indiana con la tradición española que llevaba de su tierra, así como también con influencias de la gastronomía francesa, muy de moda en esos momentos entre la clase alta mexicana de esa época.
Tuvieron que pasar casi cien años para que el autor de la obra, Alejandro Braña, un fotógrafo profesional asturiano con un inmenso amor por la arquitectura indiana, encontrara casualmente a la sobrina nieta de la Tía Isabel, que le habló de la existencia de esos dos cuadernillos de recetas que su tía abuela fue redactando a mano como un recordatorio en el tiempo de su buen hacer en la cocina.
Alejandro Braña seguía descubriéndonos con sus maravillosas imágenes lo mejor de la arquitectura indiana en Asturias en su blog Asturias por descubrir, pero los cuadernillos de la Tía Isabel no se decidían a salir a la luz. Cuando por fin se plasmaron en un libro fueron jornadas de intenso trabajo en donde se sucedían las reuniones y se cocinaba de la mano del chef Ricardo Galán todas aquellas antiguas recetas, anotaciones que a veces con pulso más firme y otras más vacilante había ido dejando Isabel de la Fuente.
“A la mesa del Indiano” se ha transcrito literalmente de esos dos cuadernillos, por lo tanto no es un libro de recetas al uso, con una clasificación ordenada por temas, no. Las recetas van fluyendo mezclando carnes, pescados, sopas, cremas y postres como si del día a día en la cocina de la Tía Isabel se tratara, y pareciendo que somos invitados en alguna de las cuidadas mesas que ponían los indianos a la hora de celebrar.
En sus recetas abunda una mezcla de cocina indiana, con elementos propios mexicanos como mole de guajalote o pavo, cajeta o torta gachupina entre otros, pero siempre acompañada de la tradición gastronómica asturiana que Isabel de la Fuente se había metido en su maleta para atravesar al otro lado del mar. También se reflejan en estas recetas toques de la gastronomía francesa como es el caso de platos tales como bisteck a la francesa, salsa Robert o faisán estofado, que le aportan ese punto chic a una cocina más tradicional.
Como es una transcripción de un texto antiguo os podréis imaginar que las listas de ingredientes no aparecen, se van desgranando poco a poco en la receta a medida que se van utilizando, con el estilo encantador de esos recetarios con años que aún hoy muchos pueden disfrutar heredados de sus abuelas.
Cada receta de la obra va acompañada de maravillosas fotografías ambientadas con un cuidado menaje de la época, pero también de imágenes de salones, vitrinas y mobiliario de las muchas casas de indianos que por suerte siguen conservadas en Asturias, y que ha tenido la fortuna de poder visitar el autor del libro.
En conjunto una obra completa para disfrutar con la vista pero también con el paladar, preparando y degustando esas recetas clásicas que seguro muchos habremos oído a lo largo de los años pero nunca hemos probado y que ahora sí las podemos saborear imaginándonos sentados “a la mesa del indiano”.
A la mesa del indiano. Cuadernos de la Tía Isabel
Alejandro Braña ISBN 978-84-931060-8-9 30 euros Editorial Nuevedoce
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