El "movimiento verde" está cobrando mucha fuerza en Centroeuropa en los últimos años, especialmente en Alemania, de donde nos llegan muchas noticias de prometedoras iniciativas. La última acción que está captando la atención de medios de todo el mundo es el promovido por InFarm, que ha instalado en un supermercado de Berlín un invernadero en el que se cultivan las verduras y hierbas que los propios clientes pueden recolectar para llenar sus cestas.
Se trata de un proyecto piloto que ya lleva unos meses funcionando y que se preveé que continuará por lo menos hasta final de año, teniendo en cuenta la buena acogida entre el público. Este invernadero sostenible se enmarca dentro de la filosofía de trabajo de Infarm, cuyo equipo pretende cambiar nuestra forma de obtener productos vegetales en la ciudad mediante los cultivos en interior. Para ello promueven un uso de las últimas tecnologías enfocado a sistemas hidropónicos.
Los cultivos urbanos se han visto hasta ahora como una especie de pasatiempo moderno, asociado incluso a lo hipster, hippies modernos o a restaurantes de autor que han instalado huertos en azoteas. Pero en Infarm creen que el futuro está en los huertos de interior, con un sistema de cultivo sostenible, ecológico y sostenible al que todo el mundo pueda tener acceso. La clave está en hacerlo accesible para toda la sociedad, democratizar la tecnología para que se pueda adaptar tanto a un gran hipermercado como a un hogar particular.
El equipo de Infarm está formado por ingenieros, científicos, diseñadores industriales, especialistas en robótica, arquitectos, informáticos y cocineros, que trabajan desde su estudio en Berlín ofreciendo soluciones a empresas, hoteles, restaurantes y supermercados. Sus proyectos se basan en diseños en vertical mediante módulos utilizando cultivos hidropónicos. El objetivo es llevar los cultivos a cualquier lugar, maximizando el uso de energía y espacio de forma sostenible, eliminando la necesidad de transporte y llevando los cultivos a cualquier lugar del mundo.
El invernadero piloto se ha instalado en un supermercado de la cadena Metro de la capital alemana. En un espacio muy pequeño y con el mínimo uso de agua y energía, crecen hierbas aromáticas y vegetales en un sistema vertical de módulos superpuestos. Todo el proceso se controla mediante una aplicación que pueden manejar los empleados, y los clientes pueden recolectar directamente los productos que deseen comprar.
Es un proyecto sin duda muy interesante que abre muchas posibilidades de cara a un futuro más sostenible en las ciudades. Habrá que esperar para ver si realmente la iniciativa prospera y es económicamente viable para las empresas, restaurantes y particulares, y si las plantas crecen correctamente sin perder cualidades culinarias. No me importaría encontrar un mini invernadero hidropónico en el supermercado al ir a hacer la compra.
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