Se trata de una manera de calentar los alimentos desde su interior, de tal modo que no existen las superficies calientes al contacto. Podríamos calentar el interior de un limón y al cogerlo no nos quemaríamos. Las nuevas tecnologías en la industria alimentaria permiten una total revolución, mejorando la calidad de los alimentos tratados.
El funcionamiento se basa en utilizar una corriente eléctrica que pasa a través del alimento, provocando que se eleve la temperatura gracias a la resistencia que ofrece el producto frente al paso de la corriente. Este calentamiento es mucho más efectivo, rápido y con mayor capacidad de penetración en el alimento a diferencia de las posibilidades de las microondas. Otra ventaja sería que el 95% de la energía empleada se transforma en calor, mientras que en un calentamiento con microondas no supera el 70% Con el calentamiento óhmico se evitan los sobrecalentamientos y se consigue un menor deterioro de los alimentos. La verdad es que son muchas las ventajas que nos presenta este nuevo sistema para calentar los alimentos, se puede pasterizar, esterilizar, evaporar, descongelar, fermentar, etc. Mayoritariamente este sistema es utilizado por la industria para esterilizar distintos alimentos como las sopas, salsas o frutas.
Uno de los escollos para que se aplique esta nueva tecnología sería el alto coste que presenta, aunque a largo plazo se rentabilizaría. Los alimentos tratados con este nuevo sistema presentarían mejores características microbiológicas, organolépticas y nutricionales, con un mínimo espacio y aplicables a un gran número de alimentos. Pero aún queda mucho por investigar, lo cierto es que es una de las tecnologías más prometedoras hasta el momento para el procesado de los alimentos.
Vía | Consuma Seguridad Más información | Alimentatec