Se trata de una noticia que seguramente alegrará a más de un empresario que elabore productos alimenticios sanos, el Ministerio de Sanidad español está estudiando la posibilidad de aplicar deducciones fiscales a los productos que sean catalogados como sanos y recomendables, y por el contrario, agravar los impuestos a los productos que perjudiquen la salud. Los intentos realizados para frenar las crecientes cifras de la obesidad en España son una clara evidencia de la magnitud del problema. Al final se hará lo mismo que con el tabaco o el alcohol, mayores impuestos para estos productos engrosando las arcas del estado y no consiguiendo que descienda el consumo.
Lo que sugieren algunos es, imponer leyes que prohíban determinados componentes o procesos que convierten a los alimentos en pequeñas bombas calóricas, no permitir la entrada de alimentos del exterior que representen un riesgo para la salud, etc. ¿Tú qué opinas?, ¿qué se podría hacer?
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