El mercado nos ofrece muchos tipos de pastas de colores: roja, verde, naranja... Todas son exquisitas y decorativas y están excelentemente aromatizadas con verduras y hierbas. También las hay al huevo, que tanto fresca como seca, una vez cocida, tiene un volumen superior a la de sémola; si para cuatro personas serían suficientes 250 gramos de pasta al huevo, necesitaríamos 350 gramos de la pasta normal.
Otra diferencia a remarcar es la pasta de formato largo frente a la del corto que maridan de forma diferente. Si utilizamos una pasta de formato largo, siempre es mejor escoger salsas ligeras a base de tomate, nata líquida y mantequilla, mientras que a las de formato corto les va muy bien las salsas espesas, como las clásicas napolitana o boloñesa, cremas de queso y todas las verduras.
Si las utilizamos como primer plato y la pasta ha sido condimentada con aceite o salsa de tomate, lo mejor será que el segundo sea carne con ensalada variada. Si ha sido condimentada con pescado o legumbres le vendrá muy bien verdura cocida o cruda.
En Directo al Paladar | La salsa adecuada para un plato de pasta