De vez en cuando me gusta probar nuevos ingredientes y sabores más rústicos en mi repostería, es por eso que cada cierto tiempo preparo recetas como esta de galletas veganas de harina de espelta y arándanos. Es muy sencilla y no necesitáis ni siquiera una batidora para elaborarla, solamente dos pequeños recipientes, y como son galletas que no se estira la masa ni se cortan, una cuchara para ir depositando montoncitos.
Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC con calor arriba y abajo o a 170ºC si tenemos turbo. Seguidamente mezclamos en un bol los ingredientes líquidos, el aceite, la leche vegetal que puede ser de avena, soja o almendras, y el sirope de agave. Revolvemos con unas varillas y dejamos reposar diez minutos.
Por otra parte en otro bol echamos la harina, los copos de avena, la almendra fileteada y los arándanos secos, incorporamos la sal y el bicarbonato y revolvemos con un tenedor para que se mezcle todo bien. Vertemos la parte líquida a los ingredientes secos y vamos uniendo todo hasta formar una masa blanda.
Preparamos dos bandejas de horno con papel sulfurizado y hacemos montoncitos con una cuchara un poco separados pues crecen al hornearse, aplastándolos un poco con la palma de la mano. Cocemos en el horno** durante 15-18 minutos** o hasta que las veamos doraditas. Retiramos, dejamos unos cinco minutos en la placa y las pasamos con cuidado a una rejilla para que terminen de enfriar.
Con qué acompañar las galletas veganas
Las galletas veganas de harina de espelta y arándanos son ideales para comenzar el día de forma dulce pero sin caer en la bollería industrial. Su textura rústica acompaña muy bien la leche y el café, o una bebida vegetal alternativa.
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