A medio camino entre una tarta tatin, una tarta de Santiago o si me apuras la francesa bourdaloue, este pastel especiado de peras y jengibre es tan delicioso y tan fácil de hacer, que se puede convertir en un peligro en nuestra cocina.
Además con un plus, pues al ser elaborado solamente con harina de almendra, es sin gluten, perfecto para aquellos que tienen intolerancia a la harina de trigo y también para los muy amantes de los dulces a base de almendra, fruto seco que cuenta con un devoto grupo de fans.
Comenzaremos precalentando el horno a 160 grados con calor arriba y abajo. Engrasamos con la mantequilla un molde y lo forramos con papel de horno.
Agregamos el azúcar moreno y después las peras cortadas en cuartos o mitades dependiendo del tamaño, con el corte central hacia abajo.
Batimos con unas varillas los huevos y el azúcar hasta que doblen su volumen, añadimos la harina de almendra, la levadura química, el jengibre confitado en dados pequeñosy las especias. Horneamos durante 45 minutos. Dejamos enfriar el pastel 15 minutos en el molde y le damos la vuelta.
Con qué acompañara el pastel especiado de peras y jengibre
El pastel especiado de peras y jengibre se sirve templado o a temperatura ambiente acompañado de queso mascarpone o una bola de helado de vainilla. Es un pastel jugoso y aromático perfecto para acompañar un té a media tarde.
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