Sin duda una de las frutas que mejora tras pasar por el horno es la pera. Así que como prácticamente se encuentra todo el año en la frutería, no me resisto a preparar algún que otro postre con ellas. Hoy he horneado una tarta caramelizada de pera y arándanos, deliciosa, además de muy fácil.
Para ella he comprado peritas de tamaño pequeño de la variedad ercolina, perfectas para este tipo de postres y llenas de un aromático sabor. Los arándanos mejor frescos que deshidratados, así impregnan con su color morado en el horno la carne de la pera creando un contraste muy bonito.
Comenzaremos precalentando el horno a 180º. Pelamos las peras, dejamos dos para partir en cuartos y el resto las fileteamos. En una sartén ponemos la mantequilla y el azúcar y un poco de canela al gusto, calentamos hasta que empiece a dorarse. Echamos allí las peras y las caramelizamos durante unos minutos hasta que estén ligeramente blandas. Reservamos.
Extendemos la lámina de hojaldre en un molde para tarta y le pinchamos la superficie con un tenedor para evitar que infle en exceso con el horneado.
Recubrimos el hojaldre con las láminas de pera, reservando los cuartos para decorar. Echamos los arándanos entremezclados y el granillo de almendra. Remetemos los bordes de la masa hacia dentro. Horneamos durante 40 minutos.
Cuando acabe dejamos reposar durante 10 minutos antes de intentar darle la vuelta. La decoramos con los cuartos de pera que habíamos reservado.
Con qué acompañar la tarta caramelizada de pera y arándanos
Parece imposible que un postre tan sencillo como esta tarta caramelizada de pera y arándanos pueda estar tan deliciosa. Os recomiendo que la sirváis tibia o a temperatura ambiente y sea consumida en el mismo día para que no se reblandezca el hojaldre.
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