La tarta Pavlova es una de las grandes tartas con nombre propio de la pastelería clásica internacional. Según hemos podido comprobar fue creada en los años 20 en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova, durante una de sus giras por Australia y Nueva Zelanda. El origen no esta claro al 100% pues los dos reclaman su autoría, así que a ambos países agradecemos el invento.
La tarta Pavlova clásica y tradicional consta de una base de merengue, rellena de nata montada azucarada y rematada con fresas (aunque nos hemos permitido la licencia de sumarle unos arándanos para dar contraste de color y sabor, y podríamos agregarle crema pastelera). Su aspecto es delicado y atractivo, por lo que es perfecta para preparar en ocasiones especiales y cuando tengamos invitados. Para dejarlos con la boca abierta y ganas de repetir, porque está absolutamente deliciosa.
En un recipiente hondo y bien limpio batimos las claras con un pellizco de sal. Podemos hacerlo a mano o con unas varillas eléctricas, algo con lo que tardaremos infinitamente menos tiempo. Cuando empiece a tomar consistencia añadimos el azúcar poco a poco al tiempo que seguimos batiendo durante cinco minutos más.
A continuación, sin dejar de batir, añadimos la harina de maíz refinada y solo paramos cuando notemos que, al coger un poco de merengue con los dedos, no notamos el granillo del azúcar. Este es el punto que hay que alcanzar con el merengue.
Pasamos el merengue a una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado o un tapete de silicona. Damos forma de volcán, dejando un hueco en el centro. Cocemos en el horno, pre calentado a 140ºC (horno tradicional, sin aire, y con calor arriba y abajo), durante una hora y media aproximadamente. Cuando esté listo, entreabrimos la puerta del horno y dejamos que se enfríe al mismo tiempo que el propio horno.
Cuando vayamos a servir la Tarta Paulova, montamos la nata (que habrá de estar bien fría). Cuando empiece a tomar consistencia, añadimos el azúcar glasé y seguimos batiendo hasta que haga picos duros cuidando de no pasarse y que se nos corte. Rellenamos el hueco del merengue con la nata montada y coronamos con las fresas y los arándanos.
Con qué acompañar la tarta Pavlova clásica y tradicional
La tarta Pavlova clásica y tradicional no necesita de acompañamiento alguno, aunque si os apetece darle un punto extra de sofisticación podéis servirla con un coulis de frutos rojos, pistachos, avellanas u otros frutos secos troceados o espolvoreada con azúcar glasé.
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