Ya hace tiempo que me conozco y sé perfectamente que soy una caprichosa y cocinar un jarabe de rosas era un capricho más de los que tengo desde hace mucho tiempo. Lo más difícil y complicado de esta receta ha sido convencer a Nuri, mi verdulera/frutera de confianza, para que me trajera una cajita de rosas comestibles.
Lo que no había pensado es que haría con el jarabe una vez hecho. Estoy barajando distintas posibilidades, como por ejemplo hacer algún helado, sorbete o granizado, un bizcocho, un batido de frutas, un cóctel, una crema para postre, alguna salsa dulce o salada. Mientras me decido por alguna de ellas o por cualquier otra que alguien me pueda sugerir, aquí queda esta sencilla receta.
Ingredientes
125 mililitros de agua, 75 gramos de pétalos de rosas, 200 gramos de azúcar.
Cómo hacer jarabe de rosas
En un cazo ponemos el agua y el azúcar y la removemos para que se disuelva muy bien. Ponemos el cazo con el agua y el azúcar al fuego y dejamos que cueza durante unos 10 o 15 minutos.
Retiramos el cazo del fuego y volcamos sobre el almíbar los pélalos de las rosas. Tapamos el cazo y dejamos infusionar durante unas 12 horas.
Volcamos el jarabe de rosas en un tarro, mientras lo vamos colando, escurrimos también los pélalos para aprovecharlo al máximo.
Tiempo de elaboración | 10 minutos, más el tiempo de infusión
Dificultad | Baja
Degustación
En cuanto probemos la primera gota del jarabe de rosas, nos daremos cuenta que es más dulce que el azúcar y que no es un producto para tomar tal cual, pero también nos daremos cuenta del agradable sabor y olor a rosas. En ese momento se nos empezaran a ocurrir muchísimas posibilidades para utilizarlo.
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