Los tostones son un plato típico de algunos países latinoamericanos, especialmente de la región del Caribe. No son muy dietéticos, pero sí realmente deliciosos. Se hacen con lo que en España se conoce como plátano macho, preferiblemente verde o pintón. En algunos sitios de Latinoamérica también se les conoce como patacones.
Hay varias formas de pelar un plátano macho. La más sencilla es cortar ambos extremos primero. Después hay que hacer cuatro cortes longitudinales, de la misma manera que cuando se pela una naranja y retirar la piel despegándola poco a poco con el dedo, teniendo cuidado de que no arrancar la pulpa.
Primero pelaremos los plátanos, los cortamos en trozos un poco gruesos y los freimos hasta que se comiencen a dorar. Los retiramos de la sartén y los colocamos encima de papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de grasa.
Luego vamos aplastándolos uno a uno. Para eso, los podemos colocar en un paño de cocina húmedo o utilizar como en mi caso papel absorbente del que se puede humedecer sin deshacerse para luego aplastarlos con la ayuda de un rodillo, mazo o incluso con la mano. También podemos usar una tostonera si la tenéis, que es un pequeño utensilio de madera especialmente para aplastar los plátanos y hacer tostones.
Una vez aplastados los plátanos los volvemos a freír en aceite bien caliente hasta que queden doraditos y crujientes. Finalmente los condimentamos con sal, aunque hay quienes prefieren añadirles ajo en polvo.
Con qué acompañar los tostones
Los tostones se pueden acompañar con queso blanco, con un dip de aguacate, con guacamole o simplemente comérselos solos, que son deliciosos. Os recomiendo que los probéis, a mí, me han sorprendido.
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