Tengo un amigo que diría que esta receta de ensalada crujiente marroquí no es una ensalada de verdad porque no tiene tomate o lechuga. Él es un clásico, qué le vamos a hacer. Pero los amantes de las ensaladas sabemos que se pueden preparar de mil maneras, y resultar tan frescas y sabrosas como esta.
Son platos como este los que me demuestran lo mucho que se parece la cocina del levante español a la del norte de África, al menos los ingredientes de hoy nunca han faltado en la despensa de mi familia. La clave de esta ensalada está en usar productos muy frescos y aliñarla en el momento de servir. Se puede ajustar el nivel de picante dependiendo de la tolerancia que se tenga a la guindilla.
Lavar bien y secar todos los vegetales. Picar bien los pimientos desechando las semillas. Picar también fino la cebolla roja y el apio, pelando los filamentos si hiciera falta. Abrir la guindilla, retirar las semillas y picar muy fino.
Mezclar todos los vegetales en un cuenco amplio. Picar bien el perejil y la menta y añadirlos a la mezcla. Salpimentar al gusto y aliñar con aceite de oliva y zumo de lima o limón recién exprimido.
Con qué acompañar la ensalada marroquí
Esta ensalada crujiente marroquí es perfecta para abrir el apetito o limpiar el paladar entre distintos platos. Resulta muy fresca y ligera, ideal para los días más calurosos. También es deliciosa como aperitivo acompañada de un buen pan, y acompaña muy bien tanto carnes como pescados.
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