Para elaborar esta ensalada de alcachofas con tomate y pimiento tenemos dos opciones, emplear ingredientes frescos y prepararlos nosotros mismos, o utilizar productos ya listos y envasados. La primera opción siempre es más satisfactoria, pero la segunda nos ahorra mucho tiempo en la cocina y nos permite emplear alcachofas cuando están fuera de temporada.
No pasa nada por recurrir a ingredientes envasados, pero siempre hay que procurar optar por la máxima calidad posible para que la receta sea realmente un éxito. Invertir en buenos productos de conservas nos permite tener a mano una despensa lista para esos días en los que no tenemos tiempo o ganas de liarnos demasiado en la cocina.
En caso de usarlos naturales, limpiar y cocer las alcachofas, pelar los tomates y asar el pimiento rojo. Si se usan productos envasados, escurrir bien los corazones de alcachofa y partirlos por la mitad. Picar la cebolleta y el diente de ajo.
Calentar un poco de aceite en una sartén y cocinar la cebolleta con el diente de ajo unos minutos. Añadir el tomate y dar unas vueltas. Regar con el vino, salpimentar ligeramente y dejar cocer todo unos 10 minutos.
Batir en un cuenco el vinagre con el aceite, un poco de vino y las hierbas provenzales. Mezclar en una fuente las alcachofas con la salsa, añadir el pimiento rojo cortado en tiras y aliñar. Salpimentar al gusto y dejar enfriar antes de servir.
Con qué acompañar la ensalada de alcachofas
Esta ensalada de alcachofas con tomate y pimiento es muy ligera y refrescante, perfecta para una cena sencilla o como primer plato de un menú más completo, incluso a modo de tapa o aperitivo para compartir con más personas en la mesa. Resulta deliciosa si se sirve con un buen pan, pues es ideal como relleno de tostas.
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