Ocasionalmente, me gusta preparar en casa patatas caseras, muy finas y crujientes. Aprovechando un delicioso e imprevisto regalo consistente en una latita de caviar iraní y unos restos de salmón que tenía de otra receta, he preparado unos deliciosos huevos rotos con chips caseras, salmón y caviar, que han sido este mediodía una alegría para mi mujer y para mí y que ahora quiero compartir con vosotros.
Por supuesto que no hace falta tener caviar iraní para hacer la receta, que podréis disfrutar de modo similar utilizando sucedáneo de caviar, huevas de lumpo o de otras especies como trucha, salmón o pez volador que por otra parte darán un bonito colorido a la receta. Si lo hacéis como yo con tan caro producto, recordad que con una cucharadita por persona es suficiente para llenar de sabor y aroma vuestros platos.
Para hacer las patatas chips caseras, pelamos la patata y la cortamos en rodajas muy finas. Para que las chips queden bien resulta imprescindible el uso de una mandolina que cortará las rodajas con un grosor homogéneo y además conseguirá que sean realmente finas.
Seguidamente, dejamos las patatas en remojo agua fría durante al menos una hora, para que se elimine el almidón y queden sueltas, sin pegarse unas a otras. Para freírlas utilizamos aceite muy caliente que hará que queden muy crujientes y que algunas se retuerzan como ocurre con las patatas "de bolsa".
Escurrimos las patatas dejándolas sobre papel absorbente y las salamos ligeramente. Mientras, aprovechando el aceite caliente, freímos dos huevos por persona, colocándolos sobre las patatas. Para terminar el plato, cortamos la loncha de salmón ahumado en tiras, distribuyéndolas en el plato y coronamos con una cucharadita de huevas de caviar repartida entre la yema, la clara y las patatas. Servimos inmediatamente.
Con qué acompañar los huevos rotos con chips caseras, salmón y caviar
Para disfrutar de estos huevos rotos con chips caseras, salmón y caviar no necesitáis nada más que un poco de pan, para no dejar escapar ni un granito del caviar, ni una gota de la yema de huevo. La mezcla de texturas untuosas del huevo y el caviar y crujiente de las patatas y la potencia del sabor de las huevas del esturión, no necesita más aditivos ni complementos. Eso sí, si tenéis un poco de champagne, la celebración será completa.
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