Los lussekatter son unos panecillos de origen sueco que se preparan para festejar el día de Santa Lucía, el día 13 de diciembre. La leyenda cuenta que la santa apareció en la noche más larga del año, según el calendario gregoriano, trayendo luz, calor, comida y vino para reconfortar en las horas más frías.
Nosotros podemos unirnos a la celebración preparando los tradicionales panecillos, caracterizados por sus curiosas formas y el color y sabor que aporta el azafrán a la masa. Llenan la cocina de un aroma delicioso que reconforta y prepara el ambiente navideño en el hogar.
Calentar la leche ligeramente, hasta dejarla tibia. Desmenuzar la levadura fresca por encima, añadir las hebras de azafrán y remover, hasta que comience a coger un color amarillo. Dejar reposar 10 minutos. Mientras tanto, mezclar en un recipiente amplio la harina con la sal, el azúcar y un puñado de uvas pasas, y formar un hueco en el centro.
Incorporar la mantequilla a la de leche. Echar la mezclar en el hueco de la harina y mezclar todo bien. Amasar durante unos 10-15 minutos, hasta conseguir una masa suave, homogénea y elástica. Formar un bola, poner en un cuenco engrasado y tapar con film o un paño húmedo. Dejar levar hasta que doble su tamaño.
Cuano la masa haya crecido bien, deshincharla con suavidad y amasar ligeramente de nuevo. Dividir en pequeñas porciones del mismo tamaño, unas 10 o 12, y amasar cada una ligeramente. Para conseguir la forma más típica y sencilla de estos bollitos, hay que que estirar cada porción en un cilindro fino, y enrollar cada extremo sobre sí mismo en direcciones contrarias, hasta formar una especie de S. Repartir los panecillos en una o dos bandejas engrasadas. Batir ligeramente el huevo y pintarlos con un pincel.
Colocar una uva pasa en cada extremo, tapar y dejar levar unos 30-60 minutos. Precalentar el horno a 200ºC. Cuando los bollitos hayan crecido un poco, volver a pintarlos con el huevo batido, con mucha suavidad. Se pueden decorar con azúcar perlado, azúcar normal o dejarlos tal cual.
Bajar la temperatura a 180ºC y hornearlos a media altura durante unos 20-25 minutos, hasta que se hayan dorado bien y al golpear la base suene a hueco. Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla antes de guardarlos, o servirlos templados.
Con qué acompañar los bollitos
Los bollitos suecos de Santa Lucía pueden ser un estupendo desayuno o merienda. Gracias a su miga tierna, su dulzor suave y su especial aroma, son deliciosos por sí mismos, pero para los más golosos no es mala idea acompañarlos de mantequilla, mermelada o un buen chorro de miel.
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