El brioche es un pan dulce de origen francés. Tiene una miga tierna y esponjosa y un sabor a mantequilla irresistible.
Hacerlo en casa es mucho más sencillo de lo que imaginas, sobre todo si sigues nuestros pasos. La masa es muy manejable y el formato trenza queda precioso. ¿Qué me dices? ¿Me dejas que te quite el miedo?
Colocamos la harina sobre la mesa de trabajo y hacemos un hueco en el centro, a modo de volcán. En su interior agregamos la sal, el azúcar, el huevo, la leche tibia y la levadura de panadero.
Removemos para mezclar bien todos los ingredientes al tiempo que empezamos a integrar la harina de los lados. Cuando tengamos una papilla espesa incorporamos la mantequilla, que tiene que estar cortada en pequeños dados y con una textura blanda.
Continuamos trabajando la masa con las manos hasta que se vea homogénea. Entonces nos ponemos a amasar para conseguir que la textura se vuelva lisa y uniforme. Esto nos llevará unos 8-10 minutos. No desistas, verás qué transformación más increíble.
Engrasamos un bol amplio con un poco de aceite y metemos la masa en su interior. Lo tapamos con un trapo limpio y seco y dejamos que fermente durante 2-3 horas o hasta que duplique su tamaño. El tiempo exacto dependerá de la temperatura ambiente. Lo ideal son 25-26ºC.
Una vez fermentada, espolvoreamos la mesa con harina y volcamos la masa sobre ella. La dividimos en tres partes iguales (o lo más parecidas posible) y las estiramos en forma de cordón.
Unimos las tres puntas de uno de los extremos y formamos la trenza, pero sin apretar. Unimos las otras tres puntas y las recogemos hacia abajo.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal, los espolvoreamos con harina y transferimos la trenza. La cubrimos de nuevo con un paño y dejamos que la trenza repose durante 30-40 minutos aproximadamente.
Llegado el momento batimos el huevo que nos queda y pincelamos con él la superficie de la trenza, con mucho cuidado y sin presionar.
Nos llevamos la bandeja a nuestro horno que está precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, y la cocemos entre 25 y 30 minutos.
La retiramos del horno cuando esté bien dorada y dejamos que se atempere antes de pasarla a una rejilla a enfriar por completo.
Con qué acompañar la trenza de brioche
Ya ves que el proceso de la elaboración de la trenza es bastante sencillo. Lo más duro es tener que esperar a catar la trenza de brioche, que resulta perfecta para merendar o para desayunar. Acompáñala de un vaso de leche fresquita, de un café o disfrútala por sí sola. Te va a encantar.
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