En los meses fríos a todos nos apetece una cocina reconfortante, pero ligera, para comer bien sin meter calorías de más. Y para ello, nada como esta sencilla sopa de calabaza, una forma distinta de comer esta hortaliza, muy distinta de las habituales cremas de calabaza.
Esta receta de escudella de calabaza o sopa de calabaza aparece en el muy recomendable libro Cocina Madre, el volumen en el que Joan Roca comparte algunas de las recetas de su familia.
Se trata de una sopa saludable, pero contundente, pues va enriquecida con un poco de arroz y fideos, por lo que es perfecta también como plato único. Y ya veréis que su elaboración no tiene ningún misterio.
Para hacer esta sopa, vamos a partir de un buen caldo de pollo casero. En el libro, Roca comparte una receta de caldo elaborado con huesos de ternera y jamón, carcasas de pollo, cebolla, puerro, zanahoria y nabo, pero podéis utilizar cualquier receta.
Con el litro de caldo listo, vamos a pelar la calabaza. La cortamos en dados medianos y la rehogamos un par de minutos con aceite de oliva.
Cuando la calabaza este lista, la ponemos a hervir con el caldo y lo cocinamos todo junto durante cinco minutos. Pasado este tiempo, incorporamos el arroz y los fideos y los cocinamos hasta que esté todo listo, unos 15 minutos.
Rectificamos de sal y servimos bien caliente.
Con qué acompañar la sopa de calabaza
Esta sopa es perfecta como plato único, aunque siempre puede ser un primero en una comida más contundente, antecediendo por ejemplo a un ligero pescado a la plancha. También es una buena receta para táper. Eso sí, no va a aguantar bien la congelación.
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