Pocos platos representan el verano en la cocina mediterránea como el gazpacho andaluz. Esta versión única y deliciosa combina la frescura de los tomates maduros con el dulce de los albaricoques. La suavidad y cremosidad de la fruta se complementa a la perfección con la acidez de los tomates, creando un plato equilibrado.
Además de ser una opción refrescante para los días calurosos, este gazpacho de albaricoque es una excelente manera de incorporar frutas frescas a tu día. Su preparación es rápida y sencilla, lo que lo convierte en una opción perfecta para cualquier comida o como un entrante elegante para una cena especial.
En la licuadora o batidora de mano, mezclar los albaricoques, tomates, pepino, ajo y pimiento verde hasta obtener una mezcla suave. Agregar el aceite de oliva, el vinagre de vino blanco, las hojas de albahaca, y cúrcuma de utilizar, mezclar nuevamente hasta que estén bien incorporados.
Probar la mezcla y agregar la sal y pimienta al gusto.
Conservar el gazpacho durante al menos unos 30 minutos en la nevera para que baje la temperatura. Servir el gazpacho en cuencos individuales, copas o vasos de copetín, decorar con tomates chery y aceite de oliva en crudo.
Con qué acompañar el gazpacho de albaricoque
Como cualquier otro gazpacho o sopa fría, esta versión de albaricoque es perfecto para formar parte de nuestras comidas y cenas de verano o de cualquier día de calor. Lo podemos acompañar de una ensalada de quinoa, tostadas con hummus o una tabla de quesos, con variantes de quesos suaves y semicurados, acompañados de frutos secos y uvas, harán un contraste delicioso con el gazpacho.
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