Las llamadas blue zones o zonas azules son cinco lugares en el mundo donde su población es considerada la más longeva, con una esperanza de vida que alcanza y supera los 100 años. Inclusive gozando de unas condiciones físicas y neurológicas envidiables.
Estas zonas descubiertas y estudiadas profundamente por el experto nutricionista Dan Buettner junto a un equipo de científicos, busca descubrir cuáles son las razones o hábitos que comparten estas regiones paradisiacas.
Las cinco zonas, reconocidas hasta ahora, se encuentran en:
- Cerdeña, Italia.
- Nicoya, Costa Rica.
- Icaria, Grecia.
- Okinawa, Japón.
- Loma Linda, California.
La socialización con amigos y familia, la actividad física, la buena hidratación y la alimentación, son las costumbres que explican porqué, los ciudadanos de estas regiones viven por lo menos 30 años más que el resto de la población mundial.
Una alimentación rica en vegetales
Sin dudas, no es una sorpresa la relación que existe entre la alimentación y la esperanza de vida. Cómo comer, qué comer, cuánto comer ... la experiencia de las blues zonas es particularmente rica en productos naturales y elaboraciones caseras, donde se priorizan las verduras y los alimentos de temporada.
El plato desbordante de grasas saludables como el aceite de oliva o frutos secos, frutas frescas, fermentos, legumbres y productos de la tierra reduce la cantidad de azúcar, el alcohol y las proteínas animales.
Además, consumen carbohidratos de calidad y abundante fibra, que colabora a la buena salud intestinal. A medida que envejecemos, afirman los especialistas como los músculos del tracto digestivo se debilitan, por lo que alimentar con fibra los microbios intestinales es esencial para una microbiota diversa y saludable.
De todas maneras, las dietas de las personas más longevas del mundo no son para restrictivas. Pero sí, persiguen un estilo de vida coherente, alcanzable y sobre todo basado en la moderación de cantidades. Por ejemplo, priorizan los alimentos de temporada, comúnmente cultivados por ellos mismos, beben varios vasos de agua por día y no prescinden del vino, sino que por el contrario, lo consumen con moderación.
¿Qué hace especial a Loma Linda, California? En principio, las Zonas Azules en general son islas o penínsulas, pero Loma Linda no lo es, a pesar de que funciona como tal. Este pequeño pueblo es el hogar del grupo religioso adventistas del séptimo día, donde suelen vivir hasta diez años más que los otros habitantes de California. Organizados en comunidades, persiguen una dieta estrictamente vegetariana, rica en granos, frutas, nueces y vegetales.
Juno House: de Barcelona a California
La aventura por el paisaje californiano toma vuelo en Barcelona de la mano de la chef Laura Veraguas en el club social femenino Juno House. Ubicado en La Farinera de Aribau, la invitación de Solán de Cabras propone diversas Gastroescapadas por los destinos más saludables del mundo.
Para despertar el paladar, cogollos de lechuga con crema de pistacho y hierbas mediterráneas, como eneldo y cebollino de protagonistas. Seguido de una galleta de avena con puré de guisantes y sésamo negro para tomar con la mano y disfrutar en dos bocados como alfajor.
El plato principal, un Naan de fin de primavera, es un plato ligero de productos orgánicos junto a un cremoso de ajo negro, calabacín y sus flores, queso scamoza affumicata, hierbas mediterráneas con un aceite de higuera acompañado de tzatziki casero. Una preparación 100 % vegetal que reivindica los productos de primavera a la espera del verano.
Un cuenco de fresas y amasake, una pasta dulce de arroz fermentada de origen japonés, culmina el recorrido por la ciudad estadounidense que estará disponible en Juno House hasta final de mes.
De las Zonas Azules podemos aprender a vivir con los cincos sentidos en sintonía con el territorio, nos cuenta en una charla personal la chef Laura Veraguas. Quién ante la duda del futuro de la alimentación, asegura que tendremos que comer muchos vegetales. Será un mundo donde el consumo de carne se reducirá hasta un 5 o 10 %, atreve a predecir.
En fin, lo esencial de la experiencia de las Zonas Azules, y sus hábitos particulares, es que no debemos estar en ellas para ponerlos en práctica. Aumentar el consumo de los granos integrales, las verduras, las frutas y las nueces podemos hacerlo y lograrlo sin importar en qué parte del mundo se viva.
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