Que no hay dosis segura de alcohol es algo que las autoridades médicas no se cansan de repetir, a pesar de que perviven mitos falsos como que una copa de vino tinto al día protege el corazón o que la cerveza es hidratante y rica en minerales.
Además de sus vinculaciones con enfermedades cardiovasculares y otras como el cáncer, el consumo de bebidas alcohólicas está directamente relacionado con la salud hepática. El último gran estudio publicado al respecto en The Lancet, en 2021, alertaba de que las enfermedades del hígado están empeorando en Europa y hacía un llamamiento a su prevención con recomendaciones concretas como la importancia de descansar del alcohol, como mínimo, tres días seguidos a la semana.
Es una de las recomendaciones que lanzaron los expertos reunidos en el último Congreso Internacional del Hígado en Londres, recogiendo los resultados de una amplia investigación desarrollada por la Comisión EASL-Lancet, formada por la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL) y la publicación científica The Lancet.
Según detalla el informe, publicado en diciembre de 2021, las enfermedades hepáticas son una de las principales causas de muerte y pérdida de vida laboral en Europa, solo superadas por las cardiopatías isquémicas, y han ido ganando peso en los últimos años. Uno de los principales problemas que presentan las enfermedades del hígado es que se suelen identificar y tratar cuando ya están avanzadas, por lo que es esencial la prevención y la detección temprana.
Las tasas de consumo de alcohol en Europa son de las más altas del mundo, y se vincula con un 40% de las muertes prematuras. Así, la Comisión sostiene que "debería haber un cambio para prevenir el desarrollo de enfermedades hepáticas avanzadas, adoptando métodos sencillos para la identificación temprana junto con estrategias para la prevención de la enfermedad".
Para ello, el vicesecretario general de la EASL, Aleksander Krag, recomendaba en El País a la población pasar, al menos, tres días seguidos a la semana sin ingerir ninguna bebida alcohólica, eso sí, sin "compensar" los días que sí se beba. Como máximo, se aconseja no superar en ningún caso las 14 unidades de alcohol. La Unidad de Bebida Estándar (UBE) se mide en función de los gramos puros de alcohol de cada bebida, siendo una unidad 10 gramos; por ejemplo, una caña o media copa de vino con 10% de alcohol.
Como recuerdan en Xataka, hay que tener cuidado con los cálculos estimados, pues las UBE de cada bebida pueden variar en función de la gradación concreta de cada variedad, ya que hay cervezas que superan el 6% de alcohol y vinos que pueden llegar a las 15-16%.
Según datos del Ministerio de Sanidad, el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en España y se vincula al desarrollo de más de 200 problemas de salud y lesiones, así como a muerte prematura y diferentes enfermedades como ciertos tipos de cáncer. Además está vinculado con el sobrepeso y la obsesidad, otro factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades del hígado.
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