El Ministerio español de Agricultura, Pesca y Alimentación, en colaboración con su homólogo italiano, han presentado la Dieta Mediterránea como candidata a ser nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO de Naciones Unidas. Se trata de conseguir el reconocimiento internacional a nuestra dieta, que ya ha sido reconocida por médicos y especialistas en nutrición como una de las más saludables y de las que aportan una mayor esperanza y calidad de vida.
Ya hace años que diferentes estudios han demostrado que en los países ribereños del Mediterráneo las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares son las más bajas de Europa. No hay un solo factor determinante, pero parece ser que la baja ingesta de grasas de origen animal es una de las grandes ventajas de nuestra dieta, a favor de una mayor ingesta de grasas de pescado, ricas en ácidos grasos omega-3. Pero además debemos unir la acción beneficiosa del aceite de oliva, que comparte con otras grasas vegetales, y que ayuda al organismo a liberarse del “colesterol malo”. El consumo de legumbres y verduras frescas, pasta, cereales y arroz suponen el principal aporte de la dieta, en detrimento de carnes, lácteos, grasas y azúcares refinados, que clásicamente se consumían de forma ocasional.
Decimos esto ya que desafortunadamente, la globalización está cambiando nuestros hábitos alimenticios, y las grandes cadenas de comida rápida y de productos precocinados están alterando las costumbres de los jóvenes. De hecho, ya empiezan a verse preocupantes signos de este cambio, como la detección de obesidad y altos niveles de colesterol en niños y adolescentes, que además son cada vez más sedentarios en sus costumbres. Algo que las autoridades sanitarias tratan de cambiar sin mucho éxito de momento, ya que luchan de forma desigual contra los grandes recursos en publicidad de las multinacionales de la alimentación.
Esperemos que el reconocimiento de la dieta mediterránea como patrimonio cultural sirva para que recuperemos estos sanos hábitos de vida y de alimentación y las generaciones futuras no lleguen a padecer las consecuencias de una alimentación desequilibrada.
Más información | Fundación Dieta Mediterránea. En Directo al Paladar | La dieta mediterránea.