Aunque no siempre es recomendable, muchos al momento de intentar perder peso o cuidar su alimentación comienzan a contar calorías y si bien 1 Kcal es 1 Kcal, no todas las calorías que comemos son iguales, es decir, para nuestro cuerpo no es igual comer 100 Kcal de grasa que 100 Kcal que derivan de proteínas.
Las calorías que derivan de hidratos
Los hidratos de carbono tienen un efecto diferente al de las grasas o al de las proteínas en nuestro cuerpo, pues son un nutriente que fácilmente se oxida para obtener energía, y si bien se puede almacenar, la capacidad del organismo es limitada.
Además, cuando ingerimos 100 Kcal derivadas de azúcares, rápidamente se eleva la insulina en sangre, la hormona que se ocupa de ingresar glucosa a las células y que incentiva el anabolismo, es decir, la creación de depósitos ya sea de glucógeno o de grasas y preserva las reservas en nuestro cuerpo.
Mientras que si ingerimos 100 Kcal derivadas de hidratos complejos como pueden ser cereales integrales, frutas y verduras frescas y con piel, la insulina se eleva más lentamente, tendremos energía por más tiempo, no tendremos apetito rápidamente y el riesgo de acumular grasas a causa del efecto de la insulina será menor, pues no habrá pico hormonal que lo incentive.
Las calorías derivadas de proteínas
Las proteínas son un nutriente que si bien aporta igual cantidad de calorías por gramo que los hidratos (4Kcal), tienen un efecto totalmente diferente a éstos. Así, si comemos 100 Kcal derivadas de proteínas, por ejemplo de clara de huevo, nuestro apetito se saciará fácilmente y se mantendrá sin hambre por largo tiempo.
Además, no habrá pico de insulina, nuestro cuerpo se esforzará más y quemará más energía para digerir y metabolizar las proteínas y este nutriente no podrá acumularse en caso de excedente, porque no contamos con depósitos de proteínas, sino que las usamos para formar o reparar estructuras o las oxidamos y/o desechamos.
Entonces, aunque 100 Kcal son 100 Kcal, para nuestro cuerpo no es indistinto que derivan de hidratos o de proteínas, pues éstas últimas ayudarán mucho más a quienes desean perder peso y no acumular grasas que aquellas que derivan de hidratos simples.
Las calorías que derivan de las grasas
Las grasas son un nutriente más concentrado en energía, es decir, que 100 Kcal de grasa son mucha menos cantidad de alimento y menos volumen que 100 Kcal de hidratos o de proteínas.
Por otro lado, las grasas son el único nutriente que tiene la posibilidad de almacenarse ilimitadamente en nuestro cuerpo, es decir, podemos acumular y reservar lípidos excedentes en todo el cuerpo, afectando la salud del organismo cuando más allá del tejido adiposo, se llena de grasa el hígado, las arterias, el corazón y otros órganos vitales.
Como si fuera poco, 100 Kcal de grasas no se oxidan rápidamente, sino que son el último recurso que emplea el organismo como fuente de energía y además, no nos sacia rápidamente como si lo pueden hacer 100 Kcal de proteínas.
Todos estos mecanismos derivan de nuestro genotipo ahorrador que nos prepara para reservar y almacenar energía de manera de sobrevivir a condiciones adversas como la falta de alimento.
Conclusión: no sólo la cantidad de calorías importa
Como pudimos ver, no todas las calorías que comemos son iguales, pues si bien 1 Kcal es 1 Kcal, en el organismo importa de donde derivan.
Es decir, si empezamos a contar calorías tienes que tener en cuenta que no sólo la cantidad de calorías importa sino también, la calidad de la misma o de dónde proceden. Pues no es igual ingerir 100 Kcal de hidratos, que de proteínas o de grasas.
En Directo al Paladar | No es el modelo "horno-caloría", ¡son las hormonas estúpido! Imagen | Jules:stonesoup