Mi infancia no estuvo llena de muchos picnics. Miento: de viaje sí solíamos comer de picnic, pero con las mínimas complicaciones posibles. Básicamente mis padres preparaban bocadillos porque la idea de acarrear con cubiertos, vajilla, tarteras y mil accesorios les provocaba dolor de cabeza. Hoy yo quiero reivindicar un picnic veraniego para disfrutar con estilo respetando además al medio ambiente.
No se trata de montar un gran banquete pero tampoco de ser muy cutres. Los utensilios desechables son cómodos porque luego no hay que fregar nada, pero hay que admitir que muy sostenibles tampoco son. Así que elijamos mejor accesorios bonitos, ligeros y prácticos, reutilizables y duraderos para que sigan alegrándonos muchos más veranos.
Accesorios bonitos y resistentes para un picnic sostenible
La melamina es mi material favorito para comer al aire libre o soportar fiestas de niños -y no tan niños-. Es muy resistente, duro, ligero y fácil de lavar, apto para lavavajillas. Además hay diseños tan bonitos como el de este juego de cuatro platos y cuatro cuencos, muy veraniego en tonos azules y blancos que nos recuerdan al mar sin caer en los motivos marinos. Los tarros de vidrio de cierre hermético también son prácticos y ecológicos, pero como no queremos llevar mucho peso podemos reservarlos para el postre. Este modelo de Leifheit tiene un buen tamaño y es muy duradero.
Si ya tenemos platos o queremos algunos cuencos más, este set de tres unidades está hecho para el verano, y para beber tenemos vasos tan bonitos como estos de Royal Douton que también lucirán muy bien dentro de casa el resto del año, a prueba de caídas y golpes. Si queremos algo un poco más barato y algo retro, no están nada mal los seis vasos multicolores de Cartaffini, en policarbonato.
Para el transporte nos servirán nuestros tuppers o tarteras de confianza, siempre procurando que estén en buenas condiciones, limpios y con las tapas en perfecto estado. Si queremos invertir en una pieza extra esta ensaladera de Prêt à Paquet es bonita y funcional; incorpora una bolsa térmica para conservar los alimentos frescos y un pequeño recipiente superior extraíble para llevar aparte el aliño.
Me confieso adicta a las servilletas de papel pero prefiero cada vez más invertir en juegos bonitos de tela; solo hay que lavarlos a menudo para evitar problemas sanitarios y estaremos ahorrando muchos residuos. Para un picnic me decanto por un diseño clásico, el vichy de colores, como el de este juego de ocho unidades 100% algodón por 20,90 euros.
Los cubiertos de plástico, mejor olvidarlos. Además a mí siempre me han resultado algo desagradables, incluso cuando era una niña. Si optamos por desechables prefiero los de madera biodegradable, como el conjunto de 100 tenedores, 50 cucharas y 50 cuchillos, aunque para un picnic sencillo me decanto por un set de metal reutilizable. Este modelo de acero inoxidable incluye incluso palillos y viene en una bolsa de neopreno, por 8,01 euros.
Aunque hayamos invertido en una vajilla reutilizable, generaremos basura casi seguro. Para facilitar la limpieza y reciclaje este contenedor pop-up para exteriores nos serán muy prácticas. Plegables, de pequeño tamaño y con cierre bien seguro gracias a la cremallera incorporada, solo hay que rellenarlo con bolsas de basura y listo.
Para transportar la comida y la bebida también hay que saber elegir bien. Hoy buscamos una bolsa multiuso, muy resistente, con aislamiento térmico de calidad y que sea cómoda, ligera y, a ser posible, no muy fea. El modelo de Gosear parece cumplir todos los requisitos, es impermeable, plegable y lleva dos asas metálicas para un mejor manejo, que la hacen estupenda también para llevar a la compra. Tiene capacidad de 31 L y el modelo negro cuesta 18,51 euros.
Sin embargo, cuando hace mucho calor es complicado mantener las bebidas bien frías, y además no conviene transportarlas en el mismo espacio que los alimentos por si gotean. Una buena idea puede ser esta bolsa nevera Ártico especial para bebidas, con capacidad hasta para 18 botellas pequeñas, aislamiento térmico reforzado y una práctica abertura de extracción para no tener que abrir toda la bolsa cada vez que alguien quiere sacar algo.
Si queremos ahorrar vasos siempre es más cómodo beber con pajita, a pesar de sus posibles inconvenientes. Lo que está claro es que ya toca olvidarse de las desechables de plástico; como alternativa podemos escogerlas de cartón reciclado -que nos tocará volver a reciclar- o reutilizables de metal, como estas de acero inoxidable o este conjunto de silicona y acero inoxidable por 10,99 euros.
Hay zonas de playa y campo con espacios y mesas especialmente habilitados para comer, pero no siempre tendremos esa suerte. Una manta de picnic reutilizable como esta, plegable y lavable, nos será muy útil sobre cualquier superficie. Es resistente, ligera y fácil de limpiar, y lo mejor es que se convierte en una mochila compacta para llevarla y guardarla sin problemas. Este otro modelo es aún más grande, por si necesitamos más espacio sobre la arena.
Recetas para llevar a un picnic de playa (o campo)
Una vez hemos invertido en buen equipamiento para nuestro picnic, merece la pena que la comida esté a la altura. No tengo nada en contra de los filetes de pollo empanados -¿a quién no le recuerdan a su infancia?- pero podemos llevar más variedad gastronómica a nuestras escapadas. ¡Marchando un poco de inspiración!
- Ensalada murciana
- Ensalada caprese con aguacate y aliño de miel
- Tabulé, ensalada libanesa
- Ternera marinada al vino tinto
- Empanada gallega de bonito y pimientos
- La empanada de carne más fácil del mundo
- Empanada de pulpo
- Pastel de pescado
- Tortilla de patata y cebolla confitadas
- Falafel casero
- Quiche de jamón y queso
- Pisto de pimientos y tomates
- Crema de yogur con puré de mango y lima
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