Últimamente me apetece ir cada vez más a restaurantes japoneses. Será por lo bien que sienta este tipo de comida, ya que nunca te sientes pesado al terminar, pero cada vez son una de mis opciones preferidas. Si hace unos días os hablaba del fantástico restaurante Ikura ML, hoy voy a contaros mi experiencia en el Restaurante Fuju, que se autodefine como nuevo estilo japonés en Madrid.
Lo primero que me llamó la atención al llegar fue que estaba muy lleno, algo que hoy en día tal como está el tema económico, no deja de sorprender. Como teníamos que esperar hasta que estuviera la mesa, nos ofrecieron una invitación de cerveza o un vino para hacerlo más llevadero. Aprovechamos para tomar una Sapporo bien fresca y charlamos unos cinco minutos hasta sentarnos.
El local
En mi opinión, el restaurante Fuku es ligeramente oscuro. Esto favorece la intimidad y la conversación pero dificulta la visión de los platos, algo que en un restaurante japonés es para mí muy importante porque la presentación minimalista y elegante de este tipo de cocina es algo precioso.
De todas maneras esto era mas patente en la zona donde me tocó comer porque la otra zona del salón que veis en la foto era algo más luminosa. (La foto está tomada al terminar el servicio cuando no quedaba casi nadie)
El único inconveniente que le vi al restaurante, quizás por lo lleno que estaba, es que resultaba algo ruidoso o bullicioso. Quizás por eso fue difícil enterarme bien de los nombres de los distintos platos que estaba tomando y de las explicaciones de los camareros que nos atendieron. Pero pese a todo, el restaurante no resulta incómodo, sino animado.
Las mesas están decoradas con detalles feng shui y junto a los palillos, te ponen una preciosa botella de porcelana con la salsa de soja y los correspondientes platitos para el wasabi y el jengibre. La decoración es sobria y elegante.
El menú
Para empezar, el chef, el maestro Osanay San nos preparó su famoso tartar de atún toro, una auténtica delicia. Seguimos con una selección de sashimis, de salmón, de lubina, de pez limón, de ventresca de atún, de atún toro y de vieiras.
Quizás estos dos platos fueron los que más me emocionaron junto al plato de carne de buey Wagyu con teriyaki. En estos platos se percibía claramente la calidad del producto con el que trabajan.
Tras disfrutarlos, nos preparamos para los platos de sushi. Me gustó la esmerada elaboración de los makis, destacando en especial el Dancing Roll de anguila y aguacate, por su sabor o los curiosos Makis de cangrejo de caparazón blando cubiertos de sésamo que véis a continuación, por lo curiosos que resultan.
También eran originales los nigiris con huevo de codorniz, el de ventresca de atún marcada o los de pez mantequilla. Sin embargo he de reconocer que aunque los entrantes me parecieron espectaculares, los platos de sushi no llegaron a emocionarme como me había ocurrido con los primeros platos.
A la hora de los postres, nos sorprendieron con un helado crujiente con frutos rojos y con otro postre a base de sésamo con distintas texturas que estaban bastante logrados. Para completar el menú, un café y un té de jazmín pusieron fin a nuestro delicioso almuerzo.
Restaurante Fuku
Calle Marqués de Villamejor 8 esquina Serrano 51 Madrid Tel reservas 917 816 316 Precio aproximado 35 euros Hay menú ejecutivo a 15 euros a mediodia
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