Un insólito tratamiento realizado en un hospital australiano sirvió para salvar la vida a un turista italiano y decimos sirvió porque aunque ahora se conoce la noticia, esta tuvo lugar hace un año. Por medio de una sonda nasogástrica, los especialistas de dicho hospital le administraron tres tragos de vodka cada hora durante tres días al paciente, la pregunta sería ¿por qué?
Al parecer era la única solución que existía al haberse acabado el alcohol de graduación que se utiliza ante un caso de intoxicación por etilenoglicol (anticongelante). Contra el anticongelante, el mejor remedio es el alcohol y al no contar con él, nada mejor que una botella de vodka capaz de evitar la insuficiencia renal que provoca este producto.
Esta es una de las pocas ocasiones en las que se podría decir que la bebida le salvó la vida.