No hay duda de que las patatas son las reinas de las guarniciones. En el pasado fueron un producto despreciado por las clases más elevadas y se consideraban un alimento popular, pero hoy triunfan en las mesas de todo el mundo. La versatilidad que ofrecen nos permiten jugar con ellas sin aburrirnos, y hoy os propongo unas sencillas patatas gratinadas a la provenzal con queso gouda sin lactosa, diferentes a la también deliciosa receta de patatas gratinadas con verduras y queso emmental que nos trajo mi compañera.
La clave de esta receta está en conseguir que las patatas queden ligeramente crujientes para que contrasten con el sabor y textura del queso gouda derretido. Para ello hay que cortarlas en rodajas finitas, lo que además acelera el tiempo de cocción necesario. Las hierbas provenzales aportan un toque aromático delicioso que hace que este plato sea una guarnición estupenda en cualquier menú.
Ingredientes para 2 personas
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200 gr de patatas medianas, aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de mezcla de hierbas provenzales, ajo granulado, sal gorda, pimienta negra, 1/2 vaso de leche Kaiku sin lactosa, queso Gouda Kaiku sin lactosa.
Cómo hacer patatas gratinadas a la provenzal con queso gouda sin lactosa
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar una fuente con aceite de oliva.
Lavar y pelar las patatas. Cortarlas en rodajas de aproximadamente medio centímetro. Distribuirlas en dos capas sobre la fuente. Regar con un chorrito de aceite, salpimentar y sazonar con las hierbas provenzales y el ajo granulado.
Hornear durante unos 20 minutos, hasta que las patatas empiecen a dorarse. Verter por encima el vaso de leche Kaiku sin lactosa y cubrir con varias lonchas de queso Gouda sin lactosa. Sazonar con un poco más de pimienta.
Hornear con el gratinador del horno durante unos 10 minutos, hasta que el queso esté bien fundido y los jugos burbujeen.
Tiempo de elaboración | 1 hora
Dificultad | Fácil
Degustación
Manipulando la fuente con cuidado, pues nos podríamos quemar, serviremos estas patatas gratinadas a la provenzal con queso gouda sin lactosa inmediatamente. Es una guarnición muy reconfortante perfecta para estos días más fríos, pues es mejor degustarla recién hecha, bien caliente. Acompaña especialmente bien a platos de asados de carne o pescado, o incluso algún guiso con buena salsa.
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Liliana Fuchs es una joven murciana que se trasladó a Madrid después de licenciarse en Historia de arte. Hace años le detectaron intolerancia a la lactosa pero eso no ha impedido que siga disfrutando de una de sus pasiones, la cocina rica y saludable. Actualmente es editora en Directo al Paladar