En el entramado de calles que conforman el centro histórico de Barcelona, donde el pasado y el presente conviven en cada esquina a base de adoquines, hay lugares que han resistido el paso del tiempo sin perder su esencia. La Pastelería Santa Clara es uno de ellos, con su fecha fundacional en 1894.
Situada en pleno corazón del barrio Gótico, esta pastelería se ha convertido en un emblema de la tradición repostera de la ciudad, ofreciendo desde hace décadas algunos de los dulces más icónicos y apreciados por locales y visitantes.
En una ciudad donde la oferta gastronómica cambia constantemente y los nuevos conceptos buscan sorprender con innovaciones, Santa Clara mantiene su apuesta por la calidad y la elaboración artesanal. Su historia está ligada al propio devenir del barrio, siendo testigo de la transformación de Barcelona sin renunciar a su identidad, actualmente plagada de guiris.
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Sus vitrinas han exhibido, generación tras generación, una selección de pasteles, bollería y especialidades que han conquistado a todo aquel que cruza su umbral. Su estética se resiste a actualizarse a modo de café nórdico.
De hecho, uno de los grandes atractivos de Santa Clara es su ubicación. Se encuentra en una de las zonas más emblemáticas del casco antiguo, rodeada de edificios históricos, como los palacios de la Generalitat y el Ayuntamiento y con el ambiente inconfundible de las calles adoquinadas del barrio.
Este enclave privilegiado la convierte en un punto de referencia tanto para los vecinos del barrio como para los turistas que, entre visita y visita, buscan un respiro acompañado de un buen café y, sobre todo, de un dulce tradicional.
Xuixos y cocas
Pero si hay algo que distingue a Santa Clara es su repertorio de productos míticos. Sus especialidades combinan la herencia de la pastelería catalana con un toque propio que ha sabido ganarse la fidelidad de sus clientes. Entre sus clásicos destacan los buñuelos, así como los xuixos de crema, un imprescindible de la repostería local, así como sus croissants.
No faltan tampoco las tradicionales cocas o las ensaimadas, que cada día llenan el local con su aroma a mantequilla y azúcar. Otro de los grandes atractivos de Santa Clara es su repostería de temporada. Durante festividades como Sant Jordi, La Castañada o Semana Santa, la pastelería se llena de elaboraciones especiales que reflejan las tradiciones culinarias catalanas. Panellets, monas de Pascua, turrones y roscones de Reyes son algunos de los productos estrella que hacen que este local sea una parada obligatoria en cada celebración.
Más allá de sus dulces, Santa Clara es también un lugar de encuentro. Su clientela es diversa: desde vecinos del barrio que han convertido su visita en una rutina diaria hasta turistas que descubren el encanto del lugar por casualidad. El trato cercano y el ambiente acogedor, de parada en el camino, contribuyen a que la experiencia vaya más allá de la compra, convirtiéndola en un momento de disfrute y tradición.
Para quienes buscan una pastelería con alma, historia y productos que mantienen el sabor de siempre, Santa Clara es una elección segura. Un rincón donde lo clásico no pasa de moda y donde cada bocado es un homenaje a la repostería de calidad.
Pastisseria Santa Clara
- Dirección: Llibreteria, 21 (Barcelona)
- Teléfono: 933 15 12 57
- Horario: Lunes a domingo, 8.30 a 20.30 horas
- Precio: 15 €
Foto | Joana Costa
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