¿Os imagináis lo que sería comer un gazpacho en el espacio sin gravedad? ¡Exacto! no se puede. Bueno, se puede, pero sería como jugar al "Pang!" Ir explotando bolitas de gazpacho hasta que pudieras absorber una. Divertido, pero poco efectivo. Sobre todo si tienes que trabajar y hacer experimentos.
Dejándonos llevar por la imaginación, uno se pregunta cómo se las apañarían los tres hermanos del Celler Can Roca para ganar sus estrellas Michelín sin gravedad, o qué platos serían capaces de diseñar para los astronautas. Ahí dejo el guante
Obviamente, la comida que ingieren los astronautas es muy particular y es lo que os voy a contar hoy
El lanzamiento de la comida espacial
En 1961 Yuri Gagarin se daba una vuelta por el espacio, y para merendar se llevaba consigo tras deliciosas barritas, tipo pasta de dientes, de puré de carne y una de salsa de chocolate. Delicioso.
Después, y en plena carrera espacial, John Glenn hizo un experimento importante. Determinar si se podía tragar sin gravedad. No es nada obvio y se confirmó que el proceso de tragar no depende de la gravedad, sino de los músculos del esófago. Buenas noticias.
Después llegaron varios años de mejoras y algún que otro problema. Por ejemplo, el que protagonizaron dos astronautas que decidieron llevarse un sandwich y pusieron toda la nave perdida de miguitas de pan. Como os podéis imaginar, si una de ellas se hubiera colado en el dispositivo de control de reentrada a la tierra y provocado un cortocircuito... Sí, la cosa acabó en una comisión de investigación del Congreso de USA, ¡por un sandwich!
Logística espacial. Imanes y Velcros
Obviamente, cualquier cosa sin gravedad se complica un poco y alimentarse también. Las digestiones son más complicadas porque el alimento tiende a "flotar" en el estómago, produciendo reflujo y acidez. Tampoco es buena idea ingerir colas o cervezas porque la digestión de las burbujas de gas no es muy plácida.
Aunque parezca mentira, los astronautas también se sientan a la mesa y usan cuchillos y tenedores. Eso sí, para evitar problemas, están fijos con velcros e imanes a las bandejas o mesas. Las bebidas se toman con botellas especiales y suelen venir preparadas. En general, la comida debe evitar que se deshaga fácilmente para evitar incidentes como el del sandwich.
La preparación y empaquetado de los alimentos son muy particulares. Suelen ser comidas muy nutritivas, fáciles de preparar y palatables. Lo que interesa es que los astronautas coman bien, y que no empleen demasiado tiempo en preparar la comida o limpiar. Como nota curiosa, cada agencia espacial internacional, le da su toque particular. Así China o Japón preparan paquetes con comida típica como cerdo o sushi.
Investigación y Desarrollo
Como tantas otras cosas, mucho del I+D de la carrera espacial se ha trasladado a nuestras vidas y en el tema de la alimentación también. De hecho, la NASA cuenta con un laboratorio llamado Space Food Systems Laboratory (SFSL) dedicado a ello. Ahora mismo, una de sus líneas principales de investigación está siendo el desarrollar alimentos con una mayor capacidad de conservación para que puedan ser utilizados en misiones tripuladas a Marte.
Quizá el proceso más común sea el de la liofilización, que mediante procesos de congelación y empaquetado al vacío extrae el agua y alarga la duración de los alimentos. Los productos liofilizados se rehidratan posteriormente antes de su consumo. Otro método utilizado con las carnes es la irradiación para matar bacterias y patógenos, algo solo permitido para la comida espacial. Por último, también se emplea la técnica de la termoestabilización, consistente en usar un empaquetado especial para la comida y someterla a procesos similares a los de la pasteurización que hacen que dure mucho más tiempo.
Por último, y si os ha gustado el artículo, os recomiendo que busquéis un hueco para ver este vídeo de la NASA en el que hablan de cómo se organizan con la comida en el espacio. Ah, y ¿adivináis qué es cada cosa en la foto?
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