En el pequeño caserío del campo de Murcia donde he pasado todos los veranos de mi vida siempre hemos tenido varias higueras. Son unos árboles ya enormes y preciosos, que nos dan buena sombra cuando aprieta el calor. Cuando el verano entra en su recta final es cuando cobran su verdadero protagonismo, pues nos regalan kilos y kilos de deliciosos higos. Este año he aprovechado para preparar un rico cake de higos con almendras.
Los higos frescos son una delicia por sí solos, pero merece la pena utilizarlos como ingrediente en la cocina. A lo largo del año utilizo mucho los higos secos en repostería, así que tengo que aprovechar la temporada de esta fruta para disfrutarla también fresca en las recetas.
Precalentar el horno a 180ºC y engrasar un molde redondo poco profundo. A mí me gusta cubrir el fondo con papel sulfurizado y engrasar bien las paredes. Colocar la mantequilla y el azúcar en un cuenco grande y batir con una batidora de varillas hasta que quede esponjoso. Añadir el huevo y batir un par de minutos más.
Mezclar en otro recipiente la harina con la levadura química, el bicarbonato y la sal. Batir ligeramente a mano en un tercer cuenco más pequeño la leche con el yogur y la vainilla. Incorporar estas dos mezclas a la mantequilla y azúcar, alternando, comenzando y terminando con la harina. Mezclar bien con movimientos suaves hasta conseguir una masa homogénea sin grumos secos.
Repartir sobre el molde, igualando bien la superficie. Decorar con los higos cortados en láminas o cuartos, presionando ligeramente en la masa. Rellenar los huecos con la almendra laminada y un poco de azúcar, si se desea. Hornear durante unos 40-45 minutos, hasta que al pinchar la masa con un palillo salga limpio. Dejar enfriar antes de servir y decorar con azúcar glasé al gusto.
Con qué acompañar el cake de higos y almendras
Este cake de higos y almendras está delicioso tanto recién hecho, incluso un poco templado, como fresquito de la nevera. Podemos acompañarlo de un poco de nata montada casera para tener un postre de lujo, o disfrutarlo tal cual a la hora de la merienda con un café o un vaso de horchata casera de almendras.
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