En verano no hay nada mejor para empezar una comida que un gazpacho bien fresquito. Aparte de ser muy ricos y refrescantes constituyen un magnífico aporte de vitaminas y además, si no queremos limitarnos al clásico de tomate tenemos un montón de variantes para no aburrirnos, como este estupendo gazpacho de calabacín.
Las cantidades de los ingredientes son más bien orientativas, pues dependen del gusto de cada uno. Lo mejor es partir de la cantidad base de calabacín y añadir poca cantidad de los demás ingredientes e **ir probando**** y aumentando su cantidad según nos guste más o menos fuerte.
Remojamos el pan con un poco de vinagre. Lavamos bien el calabacín y lo troceamos sin pelarlo. Lo ponemos en el vaso de la batidora con el pimiento, la cebolla, el pepino, el diente de ajo y las hojas de albahaca. Añadimos el pan y batimos hasta tener una crema bien fina.
Echamos un chorrito de aceite y un poco de sal, batimos y probamos para rectificar de vinagre, aceite o sal hasta que esté a nuestro gusto. Guardamos en el frigorífico para que esté bien frío a la hora de comerlo.
Para servirlo, troceamos los huevos duros y cortamos los tomatitos en rodajas finas y ponemos un poco de ambos en los cuencos con el gazpacho, por último lo regamos con un chorrito fino de aceite.
Con qué acompañar el gazpacho de calabacín
Este gazpacho de calabacín es un entrante ideal para las comidas veraniegas. Es importante comerlo bien fresquito, si es necesario no dudéis en añadir un cubito de hielo al servirlo.
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