El tomate es un producto fundamental en nuestra cocina, y resulta curioso pensar que era desconocido antes de que Colón lo descubriera en América. Al principio se vio como un alimento exótico, pero este fruto terminó conquistándonos por completo y hoy protagoniza muchos platos tradicionales de gastronomías de todo el planeta. Por eso hoy vamos a hacer un delicioso viaje virtual a través de las mejores salsas de tomate para dar la vuelta al mundo. ¿Te vienes con nosotros?
La gastronomía también es cultura y forma parte esencial de la historia y la esencia de cada región y de sus habitantes. Por eso siempre es interesante acercarse a otros pueblos a través de su cocina para descubrir sus platos tradicionales y los sabores que llenan sus recetas. El tomate se consume en todo el mundo, pero cada país sabe darle su toque particular con salsas diferentes, ofreciéndonos un sabroso viaje lleno de aromas distintos. Si preparamos estas salsas en casa con tomates Kumato®, podemos emprender un delicioso viaje sin salir de la cocina, asegurándonos siempre de conseguir el máximo sabor de cada plato.
Curry de tomate
Al pensar en la cocina india, seguro que todos visualizamos automáticamente el curry. En realidad, el curry como tal es una especia en forma de hojas, pero se usa el término para referirnos a las mezclas de especias y los platos cocinados con ellas, siempre muy aromáticos, típicos de la gastronomía de la India. A pesar de que el curry más conocido tiene ese conocido color amarillo, existen muchas otras salsas de curry deliciosas, entre ellas la de tomate.
Para prepararla, solo necesitas pelar unos 3-4 tomates Kumato® y ponerlos a sofreír con un par de cebollas y las especias indias que más te gusten. Después se puede agregar guindilla si te gusta el picante, un poco de zumo de limón y leche de coco o yogur. El curry de tomate se puede servir sobre arroz basmati o emplear para cocianar tofu, pollo o incluso pescado y otras verduras.
Shakshuka
Este curioso nombre es el de un plato típico de la cocina de Oriente Medio que se suele preparar para desayunar o almorzar a media mañana. La base es una riquísima salsa de tomates guisados con cebolla, pimientos y, a veces, berenjena o calabacín. Se prepara con especias típicas de la zona, como pimentón y comino, y se puede hacer más o menos picante.
Una vez la base de la salsa de tomate está bien jugosa, con todos los sabores integrados, y caramelizados, se añaden uno o dos huevos por comensal directamente encima. La clave está en dejar que se cocinen sobre la salsa de tomate para que cuaje la clara pero la yema quede casi líquida. Es una delicia mojar pan para que la yema se funda con la sabrosa salsa de tomate.
Salsa picante
Aunque el nivel de tolerancia del picante depende de cada persona, hay verdaderos fanáticos que disfrutan mucho de salsas de tomate picantes. Son muy apreciadas en países asiáticos como la India, China o Vietnam, también en América y algunas zonas de África. Existen muchas variantes distintas de salsas picantes y pueden utilizarse directamente o emplearse como ingredientes para mezclar en las recetas.
Una de las salsas picantes más famosas es la llamada Sriracha, originaria de Tailandia. Se trata de un jugo concentrado de chiles o guindillas con ajo, vinagre, azúcar y sal, muy usada como condimento. Es muy potente y por eso se suele usar como aderezo de salsas de tomate picante, en las que el intenso sabor del fruto equilibra los aromas. Puedes personalizar tu salsa picante combinando los tomates Kumato® con especias, diferentes chiles, hierbas frescas o incluso semillas de mostaza.
Kétchup
Podríamos afirmar que la salsa kétchup es hoy la más famosa del mundo, y en su sencillez está el secreto de su éxito. Su origen está en una salsa picante china que se adaptó al gusto estadounidense a finales del siglo XIX, añadiendo tomates a la receta. Hoy en día hay muchas variantes en todo el planeta, pero la clave siempre está en usar unos buenos tomates de calidad y el equilibrio perfecto de especias.
¿Alguna vez has probado a hacer kétchup casero? Anímate a prepararlo con tomates Kumato® y te sorprenderá el intenso sabor que nada tiene que ver con las salsas comerciales. Cuece 1 kilo de Kumato® troceados con 1 cebolla, 1 diente de ajo y 1 pimiento verde, durante unos 35-40 minutos. Tritura todo muy bien y ajusta el sabor añadiendo un par de cucharadas de azúcar moreno, vinagre de manzana, pimentón dulce, pimienta y sal. Vuelve a cocer a fuego lento para que espese al gusto, ¡y listo!
Salsa fresca
También conocida en México como pico de gallo, es una salsa muy peculiar porque se prepara en crudo, con los ingredientes cortados en cuadrados pequeños y visibles. En cada casa tienen su receta con un toque especial que la hace única, pero el ingrediente fundamental que nunca puede faltar es el tomate. Para lograr una salsa fresca realmente sabrosa, es necesario disponer de tomares muy aromáticos en su punto, por eso utilizando Kumato® nos aseguramos de obtener el máximo sabor en cualquier momento del año.
Para preparar tu propia salsa fresca, solo tienes que picar o trocear en cubos pequeños 3-4 tomates Kumato® con su piel; si quieres puedes vaciar primero las semillas. Corta en piezas del mismo tamaño 1 cebolla roja pequeña y pica 1 guindilla o chile jalapeño fresco. Mezcla todo con 1-2 cucharadas de cilantro fresco picado, el zumo de 1 lima, una pizca de vinagre y sal al gusto. La puedes servir con quesadillas, fajitas, hamburguesas, carne a la parrilla, pescado o con hojas verdes de ensalada.
Barbacoa o BBQ
Conocida mundialmente por sus siglas en inglés, la salsa BBQ se popularizó mucho en Estados Unidos como acompañamiento de carnes a la parrilla cuando los hogares se llenaron de barbacoas caseras. Hoy en día hay muchas variantes con recetas secretas pero todas se caracterizan por emplear de base una salsa de tomate a la que se añaden otros ingredientes que le dan su característico tono oscuro y su peculiar aroma ahumado.
Si quieres hacer la salsa barbacoa a tu gusto en casa, prueba con la intensidad que nos ofrecen los tomates Kumato® para extraer el máximo sabor. Cuece la salsa con cebolleta picada, algún diente de ajo, azúcar moreno, salsa Perrins, salsa de soja, pimentón, miel, sal y pimienta negra. Tritura el conjunto y ajusta la cantidad de especias según tu gusto, incluso puedes darle un toque americano con algo de bourbon o usar sirope de arce para hacerla más melosa. ¡Imprescindible para asar costillas!
Salsa de nachos
Los nachos tienen su origen en la cocina mexicana, aunque hoy en día se han popularizado por todo el mundo. Es un picoteo o aperitivo ideal para compartir y empezar una cena informal con amigos, pero la clave de su éxito está en el contraste de las tortillas crujientes con la salsa cremosa y los demás ingredientes para mojar o dipear. Los nachos se pueden acompañar casi de cualquier cosa, pero nunca faltará una buena salsa de tomate.
A partir de una base de tomate frito, mejor casero, podemos añadir unos Kumato® extra bien picados que darán un toque más fresco, antes de mezclar con cebolleta, pimiento rojo, chile, hierbas aromáticas y pimienta. Lo tradicional es servir los nachos fritos en una fuente con una buena cantidad de salsa, queso rallado, algo de crema o yogur y carne picada con frijoles. Otra opción es presentarlos por separado para que cada comensal se sirva a su gusto, aunque pringarse un poco es más divertido.
¿Qué te ha parecido este viaje por algunas de las mejores salsas de tomate del mundo? ¿Las has probado todas? Anímate a llevar a tu cocina sabores de todos los continentes preparando tus propias salsas de tomate con Kumato®. Incluso puedes emplear una de estas salsas para dar un toque especial a esa receta de toda la vida con la que puedes participar en Lo Tuyo También es Alta Cocina. ¡No pierdas la oportunidad de ganar uno de los estupendos premios que te esperan!
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