Llega el fin de semana y apetece preparar un aperitivo especial con el que abrir el apetito y preparar el estómago. Si disponemos de poco tiempo para ello, estos espirales de salmón ahumado y queso* son una gran idea. Receta fácil y rápida donde las haya, no conllevan cocción alguna así que lo de llamarlos receta da un poco de vergüenza. La verdad sea dicha.
Son sabrosos y ligeros, por lo que es posible que acabéis comiendo tres o cuatro de una sentada así que preparad una buena cantidad de ellos. Sin ingredientes complicados de encontrar, cuando estos anapés entren en vuestras vidas lo harán para quedarse, más aún si usáis salmón ahumado casero. Avisados estáis.
Lavamos bien unas cuantas ramas de cebollino y lo picamos finamente. Extendemos la tortilla de trigo sobre la encimera y recortamos los lados para hacer algo parecido a un cuadrado. Untamos la superficie con el queso crema, dejando una franja limpia y sin cubrir. Colocamos el salmón ahumado encima del queso y repartimos el cebollino picado.
Enrollamos la tortilla de trigo procurando apretar bien para que no queden huecos. Envolvemos en papel film transparente y dejamos reposar en el congelador hasta el momento de consumir. Entonces retiramos el papel film, cortamos en discos con un cuchillo afilado, pinchamos cada uno con una brocheta y servimos.
Con qué acompañar las espirales de salmón ahumado y queso
Aunque a nosotros nos encanta acompañar las espirales de salmón ahumado y queso con una copa de vino tinto joven, afrutado, bien fresquito, lo cierto es que este aperitivo admite otras bebidas. Si sois de vino blanco o de cerveza, adelante con ello y a disfrutar de este sabroso y sencillo aperitivo.